Me encanta el pollo de los asadores, así que de vez en cuando compraba pollo asado, porque aunque asado en casa estaba bueno, no salía como en los asadores.
Pues tengo que decir que este pollo me ha gustado más que el del asador, porque de sabor está igual, pero la piel se queda super crujiente... y por dentro nada seco...
Os diré como lo he hecho, aunque vale cualquier condimento que se le eche:
He comprado un pollo entero y limpio, y lo he cortado en cuatro trozos...
Con manteca de cerdo derretida he mezclado unas especias para pollos asados (vale cualquier marca) y le he echado un chorro de limón. Si quereis podeis echar aceite de oliva en vez de manteca o mantequilla. Lo suyo es dejarlo macerar un buen rato, y si es toda la noche mejor, pero yo lo he dejado solo media hora por la hora que era..
Al pollo le he echado sal y he puesto la mezcla por encima y además he puesto un chorreón de coñac.
Despues lo he puesto en la rejilla baja del horno y con el aro extensor, para que no se dorara antes de que estuviese hecho por dentro.
Lo he dejado media hora a 190 grados por cada lado.
Despues le he quitado la bolsa para que se dorase la piel, y lo he dejado a 225 grados unos mitutos por cada lado hasta que lo he visto dorado.
A mitad del tiempo le eché un chorreoncillo de vino blanco, porque no sabía si iba a quedar muy seco...
El líquido que se quedó en el fondo con las especias y el vino estaba de muerte, para echar por encima del pollito una vez asado.
Tambien he probado a hacerlo en las bolsas de asar y me ha encantado, queda super tierno.
Lo he hecho igual pero no le he echado el vino de mitad de la cocción, ya que tiene bastante líquido al hacerse en su propio jugo. Desde entonces siempre lo hago en la bolsa de asar.
Espero que os haya gustado!!!!!